La letra pequeña del nuevo sistema de bajas laborales.

15 de enero, 2016

Desde el 1 de diciembre, ha entrado en vigor un nuevo modelo de altas y bajas médicas para los trabajadores afectados por incapacidad temporal (IT) que pretende, entre otros objetivos, ahorrar en trámites burocráticos.

Además del ahorro en burocracia, el nuevo modelo de altas y bajas médicas también propone: adaptar la emisión de los partes a la duración estimada de cada proceso, mantener el rigor necesario en la constatación de la enfermedad o lesiones del trabajador y contribuir, de alguna manera, al descenso del absentismo laboral.

Según la ministra de Sanidad , el nuevo modelo supondrá mejores condiciones de trabajo y salud, así como que los empleados estén más protegidos.

No todos los implicados están de acuerdo con esta medida. Se acusa a intereses económicos y no al bienestar del trabajador.

Con la nueva Ley, las mutuas podrán ejercer un control mayor al proponer altas que aceleren la reincorporación del trabajador. El médico tendrá cinco días para emitir un informe y la Inspección otros seis. Si transcurridos 11 días la mutua no ha recibido respuesta, el trabajador tendrá la obligación de reincorporarse a la actividad laboral.

  • El nuevo modelo tampoco cuenta con el beneplácito de algunos empresarios

Estos han criticado también los nuevos plazos de baja y variaciones de datos en la Seguridad Social. Hasta el momento, estos plazos eran de tres a seis días naturales y con el nuevo sistema han pasado a un máximo   de    tres. Esta falta de flexibilidad en los nuevos plazos supondrá un problema para aquellos que se hallen en situación de cubrir una baja laboral, dar de alta al nuevo trabajador y comunicar la baja o variación, en caso de que coincida con tres días festivos seguidos. Los empresarios solicitan que los tres días sean laborales y no naturales.

  • ¿Cómo afectará a los trabajadores?

En cuanto a cómo afectará el nuevo sistema de bajas laborales a los trabajadores, en apariencia les beneficiará. El nuevo modelo reduce el número de veces que deben acudir a su médico para hacer el seguimiento de su baja, (lo habitual era cada siete días antes de este cambio legislativo). Como curiosidad, es la primera vez en 49 años que el sistema de incapacidad temporal se modifica. Se implantó en el año 1966 y el motivo de dicha obligación semanal era la coherencia con el sistema de pago de las empresas, semanal en aquella época.

Con la nueva Ley, los partes de baja se ajustarán a la previsión del seguimiento clínico. El médico tendrá que determinar desde el primer día cuánto durará la baja. El decreto agrupa las incapacidades temporales en cuatro tipos, en función de la enfermedad y del tiempo que el médico estime que el trabajador se deberá quedar en casa. El trabajador no tendrá que acudir a buscar el parte de confirmación a los tres días, tal y como ocurre ahora. Esa obligación, por tanto, desaparece.

Si la duración de la baja se estima entre cinco y 30 días, el parte de confirmación se deberá expedir cada dos semanas. Si se prevé una duración entre 31 y 60 días, el parte se emitirá cada 28 días. En caso de enfermedad de larga duración (más de 61 días), la confirmación de la baja se extenderá cada 35 días.

El decreto obliga por tanto a hacer un informe médico cada mes. El informe se deberá repetir al día 35 en el caso de bajas de dos meses. Así pues, el trabajador tendrá que ir más veces al médico. Por otra parte, se endurecen los criterios de baja a partir de los tres meses de duración, período en el que interviene la Inspección, y que hasta ahora solo entraba en juego a partir del año de la baja.

  • Las reacciones del colectivo médico

Este colectivo también se ha manifestado en contra porque incrementa la burocracia y se corre el riesgo de colapsar el sistema. Hasta el momento, la tramitación de los procesos de incapacidad temporal por enfermedad común se realizaba desde atención primaria. Ahora, si el trabajador acude a urgencias o está ingresado, el parte lo deberá emitir el médico del hospital. El médico de primaria no podrá activar la baja hasta ver al paciente. Por ello, el trabajador podría perder días de trabajo e incluso tendrá problemas para justificar algunas jornadas.

En definitiva, el sistema de bajas laborales ha experimentado un profundo cambio para adaptarse a las necesidades del mercado laboral actual. Cambian los criterios y la calificación de las bajas en función de la gravedad de la enfermedad. También se intensifica el control sobre trabajadores y médicos que firman los partes de incapacidad temporal.. Esperemos que la letra pequeña del nuevo sistema de bajas laborales no afecte en demasía al día a día de las empresas.