Aunque el título suene un poco alarmista, sólo quiero comentar algunas cuestiones sobre el cáncer de piel y cómo prevenirlo, sobre todo de cara al verano porque solemos dar a los daños solares menos importancia de la que tienen.
En primer lugar, os comento que existen distintos tipos de cáncer de piel. Probablemente del que más hayáis oido hablar es del melanoma. Curiosamente, el melanoma maligno es el menos común de los cánceres de piel, pero es el más mortal (es responsable del 75% de las muertes por cáncer de piel). El melanoma maligno generalmente comienza con un lunar que luego se vuelve canceroso.
Vamos a dar unas pautas para prevenir el melanoma. Lo primero, es muy importante examinar la piel de forma regular y familiarizarse con los lunares para poder identificar cambios. Para reconocer cambios en los lunares se puede seguir una tabla ABCD, como la que ponemos a continuación:

La Academia Americana de Dermatología (AAD) y la Fundación del Cáncer de Piel (Skin Cancer Foundation) recomiendan 6 pasos para reducir el riesgo de quemaduras solares y de cáncer de piel:

1. Reducir al mínimo la exposición al sol del mediodía, entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
2. Aplicar protector solar que tenga por lo menos un SPF - 15 o mayor, que proteja contra los rayos ultravioleta UVA y UVB, a todas las áreas del cuerpo que estén expuestas al sol.
3. Volver a aplicar el protector solar cada 2 horas, incluso en días nublados. Aplicar nuevamente después de nadar o sudar.
4. Usar ropa que cubra el cuerpo y proteja la cara. Los sombreros deben proporcionar protección a la cara y a la parte posterior del cuello. El uso de gafas de sol reducirá la cantidad de rayos que alcanza el ojo filtrando hasta el 80% de los rayos y protegiendo los párpados así como la lente.
5. Evitar la exposición a la radiación ultravioleta de lámparas solares o bronceadores de salones de belleza.
6. Proteger a los niños. Evitar que se expongan al sol de manera excesiva cuando el sol es más fuerte y aplicar abundante y regularmente protector solar a los niños de 6 meses de edad y mayores.